Scriptum

 Para mi papá…

Arlette Cámara

Querido papá: te escribo esta carta desde aquí abajo, para desahogar todo lo que siento desde que no estás...

Al enterarme que tu regresarías, yo me puse muy feliz porque al fin íbamos a estar juntos los cuatro, anhelaba tanto estar contigo, abrazarte y que jugaras conmigo, el salir a pasear, escuchar tus canciones favoritas y sobre todo tu voz, al estar juntos pensé que me sentiría completa, pero el destino decidió otra cosa, que partieras sin yo despedirme, sin decirte lo mucho que te amo o darte un abrazo, se me derrumbó el mundo y mi corazón se partió al saber que no te vería en presencia, que le mandaras mensaje a mamá diciéndole “Voy por mis cosas y te veo en la casa”, justamente a las 11:30 pm, un sábado de bando. 

Ese día, yo estaba sola con mi hermano con tan sólo 11 años de edad y el sólo 2 años, esperando a mamá que regresara del concierto, estaba sola llorando, ya sentía algo malo y no sabía que era. Cuando regresa mamá, toda golpeada, llorando y lo que más me había sorprendido, era que estaban mis tíos ahí con ella, no pensé que tan grave era todo, hasta que mamá empezó a llorar, mientras me contaba todo lo que pasaba, era tan chiquita que no sentía mucho, al paso del tiempo mientras iba creciendo, me fui dando cuenta lo mucho que me hacías falta, noche tras noche llorando e implorando que regreses, verte de nuevo y sentir tu olor. Desde ese día no soy la misma, sigo pensando que algún día regresarías, que seríamos felices, sobre todo vernos crecer, los logros que hemos tenido, las cosas que hemos pasado. Pero ahora sé que estás en un mejor lugar y que nos ves, también sé que estás orgulloso de las personas que somos ahora, lo mucho que hemos crecido.

Me gustaría decirte que te extraño desde el primer día, que sigo pensándote, extraño las navidades cuando te vestías de Santa Claus, la paso muy mal en tu cumpleaños y los días que se cumplen años de que no estás. ¿Qué sería de nosotros si estuvieras aquí?, tengo tantas preguntas que hacerte, sigo con dudas, y los años, semanas y días, se siguen haciendo más y más preguntas.

Fueron tantos bellos y malos momentos que vivimos juntos, son cosas que invaden mi mente, ojalá pudiera devolver el tiempo, para verte de nuevo, darte un abrazo y nunca soltarte, comprendo que llegó tu tiempo, que dios te llamó para que estés a su lado, así él lo quiso, dónde estás hay paz y no hay problemas. Sé que sigues junto a mí, me erizo cuando estás cuidándome, avisándome de lo malo y te agradezco por todo lo que vivimos juntos.